Fisiología Vestibular
Dr.
Vicente Carrillo A.
El
sistema del equilibrio es más complejo que el sistema auditivo, debido
sobretodo al componente motor. No hay una estructura que por si sola cumpla con
el funcionamiento de éste. El sistema consiste en múltiples impulsos
sensoriales de órganos sensoriales terminales vestibulares, sistema visual,
sistema somatosensorial y propioceptivo. Luego,
la información se integra a nivel del tallo encefálico y el cerebelo,
con importante influencia de la corteza cerebral, como los lóbulos frontal,
parietal y occipital. La información integrada provoca diversas reacciones
motoras estereotípicas, de movimiento ocular, control postural e impulsos de
salida perceptuales.
Las
funciones del sistema vestibular son:
1.-
Informar al sistema nervioso central sobre cualquier aceleración o
desaceleración angular o lineal.
2.-
Ayudar en la orientación visual, mediante el control de los músculos oculares
3.-
Controlar el tono de los músculos
esqueléticos para la mantención de una postura adecuada.
Esquema
que ilustra el rol del sistema vestibular en el control de la postura, los
movimientos de los ojos y la percepción de orientación:
Información entregada por el laberinto
·
información sobre la posición de la cabeza en el
espacio:
función estática -- >
receptores maculares
·
información sobre los desplazamientos de la cabeza:
función cinética -->
receptores ampulares
Etapas de la transformación
de la estimulación vestibular en un mensaje sensorial codificado a nivel del
nervio vestibular:
1. modificación del estímulo por las estructuras
laberínticas en función de las características mecánicas e hidrodinámicas.
2. transducción mécanosensorial y aparición de un
potencial de receptor
3. formación
de un potencial de generador postsinático y de potencial de acción.
Los
conductos semicirculares se organizan en pares:
1.-
los dos conductos horizontales
2.-
el conducto superior y el conducto posterior contralateral
3.-
el conducto posterior y el superior contralateral
Los
órganos otolíticos también funcionan en formato par, donde las dos
máculas utriculares se encuentran aproximadamente en el plano
horizontal, y las dos máculares saculares se encuentran en plano vertical,
con una angulación aproximada de 30° hacia adentro respecto al plano sagital.
Funcionamiento de los
conductos semicirculares
Cuando la cabeza gira, la endolinfa permanece quieta por inercia, empuja
la gelatina de la ampolla, e inclina los estereocilios hacia un lado. Puesto
que los canales semicirculares de un lado están dispuestos simétricamente con
los del otro lado, en un lado los estereocilios se inclinan hacia el
quinocilio, y en ese lado aumenta la descarga del nervio vestibular, y en
el otro lado se inclinan en la dirección contraria del quinocilio y
disminuye la descarga del nervio vestibular.
En reposo, el nervio vestibular tiene una actividad de unos 50
potenciales de acción por segundo, y es igual en los dos lados. Puesto que los
núcleos vestibulares tienen conexiones inhibidoras con los núcleos
contralaterales, cuando la actividad es igual en los dos lados esta actividad
se cancela.
Cuando gira la cabeza, la actividad aumenta en un lado y disminuye en
el otro, y este desequilibrio se percibe subjetivamente como giro de la cabeza,
y produce movimientos compensatorios de los ojos.
Los conductos semicirculares intervienen en
el reflejo vestíbulo-ocular. Este reflejo sirve para mantener la mirada
estable sobre el mismo punto. Cuando los conductos semicirculares detectan un giro de la cabeza,
los núcleos vestibulares envían señales a los núcleos que controlan el
movimiento de los ojos, de manera que los ojos giran en sentido contrario a la
cabeza, para compensar el movimiento y seguir mirando al mismo punto.
El nistagmo es un movimiento
en sacudida de los ojos, que se puede producir por la estimulación de los
canales semicirculares del laberinto.
Cuando se sienta al sujeto en una silla giratoria, y se le hace
girar, se produce el nistagmo, que en realidad es una manifestación del reflejo
vestíbulo-ocular. Cuando el sujeto empieza a girar, los ojos giran en sentido
contrario para seguir mirando al mismo punto, pero cuando los ojos llegan al
extremo de la órbita y no pueden girar más, vuelven con un movimiento rápido al
centro de la órbita.
Entonces los ojos se fijan en un nuevo punto y comienzan a girar
lentamente de nuevo. Cuando llegan otra vez al extremo de la órbita vuelven al
centro con otro movimiento rápido y así sucesivamente.
El nistagmo por tanto consiste
en un movimiento lento de seguimiento, alternándose con movimientos rápidos de
recuperación en la dirección contraria.
Si el giro de la cabeza se interrumpe bruscamente,
el nistagmo continúa durante unos segundos, pero ahora en la dirección opuesta.
Cuando la cabeza deja de girar, la endolinfa en los canales
semicirculares sigue girando por inercia durante unos segundos, y continua
estimulando a las células ciliadas hasta que finalmente se detiene.
Por ese motivo, si estamos un tiempo girando y nos detenemos
bruscamente, tenemos la impresión de que la habitación gira alrededor de
nosotros.
También puede producirse un nistagmo cuando la cabeza está inmóvil, y
es el campo visual el que gira. En este caso no intervienen los canales semicirculares,
sino la corteza visual, cuando la mirada sigue a los objetos en
movimiento: este es el nistagmo optocinético.
La introducción de agua fría o caliente en el
conducto auditivo también produce nistagmo, porque produce corrientes
de convección en los canales semicirculares. Este nistagmo es normal, y se
utiliza para verificar si el aparato vestibular funciona correctamente.
Finalmente, se puede producir un nistagmo en reposo cuando hay una lesión
unilateral del aparato vestibular.
En reposo, los núcleos
vestibulares de ambos lados tienen la misma actividad y se cancelan, pero si
uno está lesionado, en ese lado disminuye la actividad, y se produce el
mismo efecto que si la cabeza estuviese girando. Entonces se produce sensación
subjetiva de giro estando en reposo (vértigo) y nistagmo en reposo, que en este
caso la fase rápida de recuperación del nistagmo se dirige hacia el lado
sano.
Funcionamiento
del utrículo y el sáculo
Las estructuras del aparato vestibular que intervienen en los reflejos
tónicos son el utrículo y el sáculo. Son los que detectan la posición
estática de la cabeza en relación con la vertical (los canales semicirculares
detectan únicamente movimientos de giro, pero no la posición estática).
El utrículo y el sáculo son bolsas de membrana llenas de
endolinfa, que tienen una zona de la pared tapizada de un epitelio de células
ciliadas. Estas células ciliadas están cubiertas de una gelatina, sobre la cual
están depositados cristales de carbonato cálcico. Cuando la cabeza se inclina
con respecto a la vertical, los cristales de carbonato cálcico tienden a
deslizarse hacia un lado por su peso, y al hacerlo inclinan los estereocilios
hacia un lado.
Cuando los estereocilios se inclinan en la dirección hacia el
kinocilio, la célula ciliada se depolariza. Esto se debe a que los
estereocilios están conectados con los estereocilios vecinos por filamentos, y
estos filamentos se unen a canales de potasio en la membrana. Cuando los
estereocilios se doblan hacia el kinocilio los filamentos se ponen en tensión,
y la tensión abre los canales de potasio. Como la concentración de potasio en
la endolinfa es muy alta, el potasio entra en la célula y la depolariza. Si los
estereocilios se inclinan en la dirección contraria, la célula se
hiperpolariza. De esta manera el utrículo y el sáculo detectan si la cabeza
está inclinada.
Reflejos posturales tónicos
Los reflejos posturales tónicos son un conjunto de reflejos cuya
función es mantener la posición erecta de la cabeza y del cuerpo con respecto a
la vertical. Están controlados por los núcleos del tronco del encéfalo, por lo
que se pueden estudiar con más claridad en una preparación descerebrada, en la
que se desconecta el tronco del encéfalo de los niveles superiores. Los
reflejos posturales tónicos utilizan información del aparato vestibular, que
indica la posición de la cabeza en el espacio (reflejos vestibulares), e
información de los receptores en los músculos del cuello, que indican si el
cuello está flexionado o girado (reflejos cervicales). Los reflejos
tónicos actúan sobre la posición del cuello (reflejo vestibulocervical y
cervicocervical) y de las extremidades (reflejo vestibuloespinal y
cervicoespinal).
La función fisiológica de los reflejos vestibulocervical y
cervicocervical es mantener la posición de la cabeza.
El reflejo vestibuloespinal tiende a impedir la caída
cuando el sujeto está sobre una superficie inclinada, y el reflejo
cervicoespinal cancela al vestibuloespinal cuando la posición de la cabeza
se mueve por flexión del cuello.
Cerebelo
Estructura del Cerebelo
El cerebelo consta de la corteza y de los núcleos profundos. Cada
región de la corteza se relaciona con un núcleo profundo.
Los aferentes al cerebelo son de dos tipos:
-
las fibras musgosas provienen de distintos
orígenes: aferentes sensoriales cutáneos, propioceptivos, vestibulares,
visuales, y de la corteza cerebral a través de los núcleos del puente.
-
las fibras trepadoras proceden de la oliva
inferior.
Las fibras musgosas estimulan a los granos,
y los granos estimulan a las células de Purkinje a través de las fibras
paralelas.
Las fibras trepadoras estimulan directamente a las células de Purkinje.
Por tanto, las células de Purkinje reciben dos tipos de
sinapsis:
-
de las fibras paralelas
-
de las fibras trepadoras.
Función del Cerebelo
La principal función del cerebelo es la coordinación del movimiento, es decir,
permitir que el movimiento se realice con facilidad y precisión.
Los núcleos profundos tienen una actividad continua en situación basal,
y tienen conexiones excitadoras con el origen de las vías motoras:
-
corteza motora a través del tálamo
-
núcleo rojo
-
núcleos vestibulares
-
formación reticular
que son el origen respectivamente de las vías motoras corticoespinal,
rubroespinal, vestibuloespinales y reticuloespinales.
Así, los núcleos del cerebelo mantienen una activación tónica de las
vías motoras que facilita la realización del movimiento.
Las células de Purkinje inhiben a los núcleos profundos, con lo
que pueden inhibir unos componentes del movimiento y otros no, y así dar forma
al movimiento.
El cerebelo regula el tono muscular, modificando la actividad de
las motoneuronas gamma, de manera que aumenta el tono para mantener la postura,
o lo inhibe para facilitar la realización de los movimientos voluntarios.
También contribuye a la coordinación de los movimientos
poliarticulares. Las fibras paralelas recorren una larga distancia en la
corteza del cerebelo, y en su recorrido pueden actuar sobre células de Purkinje
correspondientes a varias articulaciones, coordinando su actividad.
El cerebelo participa en el aprendizaje de los movimientos. Mientras se
está aprendiendo un movimiento nuevo se producen frecuentes espigas complejas
en las células de Purkinje. Esto produce depresión a largo plazo, por lo que
una vez que el movimiento se ha aprendido disminuye la frecuencia de las
espigas simples. Puesto que las células de Purkinje inhiben a los núcleos
profundos, la disminución de las espigas simples produce una mayor actividad de
los núcleos profundos y de las vías motoras.
Regiones funcionales del Cerebelo
El cerebelo se divide en tres regiones funcionales. La estructura
microscópica es semejante en las tres, por lo que las diferencias entre ellas
se deben a que tienen distintas conexiones aferentes y eferentes, y realizan el
mismo tipo de procesamiento pero con distinta información.
Vestíbulo-cerebelo
El vestíbulo cerebelo corresponde anatómicamente al nódulo-flóculo.
Colabora con los núcleos vestibulares en las funciones de
mantenimiento del equilibrio y de ajuste del reflejo vestíbulo-ocular.
Las lesiones del vestibulocerebelo en un lado producen síntomas
parecidos a las lesiones de los núcleos vestibulares en el lado cotralateral.
La razón de esto es que, puesto que la corteza del vestibulocerebelo inhibe a
los núcleos vestibulares ipsilaterales, la lesión del vestibulocerebelo produce
hiperactividad vestibular ipsilateral, que equivale a una lesión de los núcleos
vestibulares contralaterales.
Espino-cerebelo.
Incluye al vermis cerebeloso y la zona intermedia de los hemisferios
cerebelosos. El vermis junto con el núcleo fastigio se asocia a los
movimientos axiales (del tronco y raíz de los miembros) y la zona intermedia de
los hemisferios junto con el núcleo interpositus se asocia a los
movimientos la parte distal de las extremidades.
El espinocerebelo se encarga de controlar la ejecución de los
movimientos. Recibe información por las vías espinocerebelosas de cómo se
están realizando los movimientos, y si detecta que el movimiento comienza a
apartarse del objetivo deseado, envía señales correctoras. El núcleo fastigio
envía las señales correctoras al origen de las vías que controlan los movimientos
axiales, que son las vías vestibuloespinal y reticuloespinal, y el núcleo
interpositus envía señales correctoras al origen de las vías que controlan
los movimientos distales, que son la vía corticoespinal lateral y rubroespinal.
El espinocerebelo coordina la actividad de músculos agonistas y
antagonistas durante los movimientos. Regula la relajación del antagonista durante
realización del movimiento, y también la contracción del antagonista al final
del movimiento para frenarlo cuando llega al objetivo.
Cerebrocerebelo.
Comprende la parte lateral de los hemisferios cerebelosos y el
núcleo dentado.
Participa en la preparación del movimiento. Recibe infomación de
la corteza, a través de los núcleos del puente, sobre el movimiento que se
desea realizar, elabora el plan motor (determina qué músculos hay que contraer,
y en qué secuencia, para realizar ese movimiento) y envía ese plan motor a la
corteza motora, a través del tálamo, para que se ejecute.
El cerebrocerebelo es necesario para el aprendizaje de movimientos
complejos (p. ej. aprender a tocar el piano).
El cerebrocerebelo también interviene en funciones cognitivas no
relacionadas directamente con el movimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario